Usar desodorante o antitranspirante es una costumbre arraigada en la mayoría de las personas, pues cuidar la higiene es esencial para una adecuada presentación personal. Sin embargo, hay que tener cuidado en escoger este tipo de productos, ya que algunos componentes químicos resultan negativos para ciertos tipos de piel.
Carla González C.
Transpirar es propio del ser humano. A pesar de que la sudoración es inodora, las bacterias que se gestan principalmente bajo las axilas, sí poseen olor y como se trata de un sector del cuerpo que se caracteriza por ser húmedo y caliente entonces tiene mayor probabilidad de expeler fragancias no muy agradables.
Es por eso que utilizar un desodorante o antitranspirante es esencial para mantener la higiene e inhibir el mal olor, que es importante de destacar, comienza a surgir durante la etapa de la adolescencia. No obstante, expertos aseguran que el inicio en el uso de estos productos es cada vez más prematuro.
Primero, debemos comprender que la transpiración es una reacción natural y necesaria que tiene como fin mantener la temperatura del cuerpo en torno a los 37º centígrados, así como eliminar algunos desechos tóxicos del organismo. Se estima que una persona adulta elimina por esta vía entre medio y un cuarto de litro diario de agua y ácidos secretados por las glándulas sudoríparas.
En efecto, y contrario a lo que se piensa, el sudor es inodoro; esto se hace evidente si pensamos en que nuestras manos pueden sudar con frecuencia en un día caluroso, pero no por ello se percibe mal olor. La diferencia estriba en el tipo de glándulas y en la acción de la flora bacterial de la región de la que se trate.
¿Desodorante o antitranspirante?
Entendido lo anterior, podemos explicar que un desodorante, cómo su nombre lo indica, es un producto que ayuda a evitar que el sudor (principalmente el de las axilas) adopte mal olor, que se genera cuando los microorganismos que habitan nuestra piel descomponen las sustancias que segrega el cuerpo; el desodorante "cubre" el aroma en base a una acción triple:
Mediante agentes antibacterianos limita el desarrollo de microorganismos y, por tanto, se impide la degradación del sudor.
Gracias a sustancias que neutralizan el olor se evita la degradación química de las segregaciones corporales.
A través de los perfumes que contienen aportan olor agradable al cuerpo del usuario.
Por su parte, los antitranspirantes, que también poseen efecto desodorante, tienen el objetivo principal de evitar que se produzca la salida del sudor, manteniendo la piel seca. Su ingrediente principal es alguna sal metálica, generalmente cloruro de aluminio, aunque esto varía si el producto es spray, roll-on, barra, crema o gel.
Otros consejos
Para contar con buena presencia en lo que a olores respecta, pueden ponerse en práctica otras medidas que ayuden a nuestro desodorante o antitranspirante:
Hay personas que por su naturaleza despiden olores a pesar del baño, y así, algunos minutos después de la ducha se presentan resultados indeseables. Esto se soluciona con un jabón antibacteriano y el uso de camisa y ropa interior de algodón.
El exceso de desodorantes puede ocasionar olores desagradables, ya que pueden mezclarse las fragancias y confundirse con las de loción o perfume.
Se recomienda utilizar desodorante sólo después del baño, pero si se requiere y hay que aplicar dos o más veces, se aconseja lavar antes la región para evitar la proliferación de bacterias.
Suspenda el uso de cualquier producto que irrite su piel.
Esperamos que con estos consejos enfrente mejor la temporada de calor, presentando una imagen impecable y desenvolviéndose sin preocuparse por este detalle que puede valer una agradable primera impresión.
ESCRITO POR Sofía Montoya en : http://www.saludymedicinas.com.mx/articulos/875/desodorantes-perfume-para-el-sudor/3
La cruz de muchos padres, los piojos son unos insectos parasitarios diminutos y desprovistos de alas que proliferan en el cabello de los seres humanos y se alimentan de cantidades extremadamente pequeñas de sangre que extraen del cuero cabelludo. Por mucho asco que puedan dar, los piojos son un problema sumamente habitual, sobre todo entre niños de tres a 12 años (más frecuente en las niñas que en los niños).
Los piojos no son peligrosos y no transmiten ninguna enfermedad, pero son contagiosos y pueden resultar muy molestos. Sus picaduras pueden provocar picor e inflamación del cuero cabelludo, y el rascado persistente puede provocar irritación cutánea e incluso infecciones en las áreas afectadas.
Signos de que un niño tiene piojos.
A pesar de su diminuto tamaño, los piojos se pueden ver a simple vista. Lo que usted o el pediatra podrá ver al inspeccionar atentamente la cabeza de un niño que tiene piojos es lo siguiente:
Huevos de piojo. Antes de eclosionar, tienen el aspecto de puntitos amarillos, marrones o de color mostaza. Después de eclosionar, la cáscara externa se ve blanca o transparente. Los piojos desovan sobre hebras de pelo cerca de la superficie de la piel, donde la temperatura es perfecta para mantenerse calientes hasta el momento de la eclosión. Los huevos de piojo parecen caspa, con la salvedad de que no se pueden eliminar simplemente cepillando o sacudiendo el pelo. A menos de que la infestación sea considerable, es más frecuente ver huevos de piojo en el pelo de un niño que piojos vivos moviéndose por su cuerpo cabelludo. Los huevos de piojo eclosionan entre una y dos semanas después de la puesta.
Piojos adultos y ninfas (piojos inmaduros). Los piojos adultos no son más grandes que las semillas de sésamo y su color oscila entre el blanco tirando a gris y el canela. Las ninfas son de menor tamaño y se convierten en piojos adultos aproximadamente entre una y dos semanas después la eclosión de los huevos. La mayoría de los piojos se alimentan varias veces al día, pero pueden sobrevivir hasta dos días fuera del cuero cabelludo.
El niño se rasca. Cuando los piojos muerden el cuero cabelludo para alimentarse, viene el picor y el consecuente rascado. De todos modos, el picor no siempre empieza de forma inmediata, dependiendo de lo sensible que sea la piel del niño. A veces, los niños tardan varias semanas en empezar a rascarse. No obstante, pueden quejarse de que tienen cosas moviéndose o haciéndoles cosquillas por la cabeza.
Pupas rojas tipo pápula provocadas por el rascado. A algunos niños la piel del cuero cabelludo se les irrita solo levemente; otros desarrollan una erupción más molesta. Rascarse en exceso también puede provocar infecciones bacterianas (la piel se enrojece y se vuelve dolorosa al tacto, se pueden formar costras y haber supuración, lo que a veces va acompañado de inflamación de los ganglios linfáticos). Si el pediatra cree que su hijo padece este tipo de infección, es posible que le recete un antibiótico administrado por vía oral.
Los piojos son muy contagiosos y se propagan rápidamente, sobre todo en contextos grupales (como colegios, guarderías y demás centros educativos, fiestas de pijamas, actividades deportivas y campamentos de verano).
A pesar de que no pueden volar ni saltar, estos diminutos parásitos tienen unas pinzas especialmente adaptadas que les permiten colgarse del pelo y aferrarse firmemente a él. Se contagian sobre todo a través del contacto cabeza-cabeza, pero el hecho de compartir ropa de vestir o de cama, peines, cepillos y gorros también favorece el contagio. Los niños son más proclives a tener piojos que los adultos porque tienden a establecer contacto físico y a compartir sus objetos personales.
Tal vez se pregunte si sus mascotas Fido o Fluffy pueden contraer piojos y contagiárselos a su familia. Pero puede estar seguro de que las macotas no pueden contraer piojos ni contagiárselos a las personas o viceversa.
Es posible que el pediatra de su hija le recete un champú, crema o loción formulados médicamente para exterminar piojos. Podrá ser de venta con o sin receta médica, dependiendo de los tratamientos que ya haya probado. Los tratamientos contra los piojos formulados médicamente generalmente consiguen exterminar tanto los piojos como los huevos, pero los picores pueden tardar varios días en desaparecer.
Es importante seguir las instrucciones al pie de la letra porque estos productos son insecticidas. Aplicar estos medicamentos en cantidades excesivas o demasiado a menudo puede incrementar el riesgo de lesiones. Seguir las instrucciones del prospecto que acompaña al producto también es importante para que el tratamiento funcione.
El tratamiento puede no ser eficaz si no se aplica correctamente o si los piojos se han vuelto resistentes al medicamento utilizado. Después del tratamiento, es posible que el pediatra recomiende extraer los huevos con la ayuda de un cepillo de púas finas y repetir el tratamiento al cabo de siete a diez días para exterminar las ninfas de nueva eclosión.
Recuerde que los piojos no sobreviven mucho tiempo tras desprenderse de la cabeza de una persona. Por lo tanto, no es necesario invertir mucho tiempo ni dinero intentando eliminar los piojos del entorno doméstico.
He aquí algunas formas sencillas de deshacerse tanto de los piojos como de sus huevos y de ayudar a prevenir posibles reinfestaciones:
Puesto que los piojos se contagian fácilmente de una persona a otra en el entorno doméstico, todos los miembros de la familia infestados deberían tratarse para prevenir posibles reinfestaciones.
En sus esfuerzos por librarse de los piojos, hay algunas cosas que usted no debería hacer. Algunas de las cosas prohibidas en el tratamiento contra los piojos son las siguientes:
Información tomada de: http://kidshealth.org/parent/en_espanol/infecciones/lice_esp.html#